Imágen tomada de: http://bit.ly/1PoMH4n
Ha pasado décadas y hasta siglos donde se ha hablado de la historia de la educación y específicamente de la pedagogía como ciencia o tal vez como disciplina, en fin, el término como tal ya esta definido y se asocia también con la andragogía.
El tema aquí es entender, racionalizar o hacer consciente lo que implica ser un pedagogo en el aula de clase. La pedagogía no es un sistema de prácticas organizadas, es mas bien ideas relativas a esas prácticas que se nutren de la psicología, sociología y teorías que guían la conducta.
Ser pedagogo consiste en situarse en la lógica de una acción siendo ésta contextualizada, poder abordar situaciones académicas, comportamentales, de aprendizaje y de enseñanza de forma adecuada, utilizando medios y métodos que permitan resultados observables y medibles. No existe pedagogía sin práctica, por eso no se concibe un maestro sin didáctica.
Ahora bien, la pedagogía no trae recetas, el pedagogo es quien debe tener un saber profesional, informado, que combine sus conocimientos técnicos y prácticos que asociados den como resultado un manejo de grupo, aprendizaje desde lo significativo y una evaluación coherente con la realidad vivida.
¿Qué implica entonces ser un pedagogo? es una pregunta que difícilmente podrá comprender aquella persona que no ha tenido formación pedagógica pues es la suma de factores; entre ellos la sensibilidad a todo aquello que rodea un acto pedagógico; implica tener una actitud positiva frente al cambio, habilidades artísticas, motivación por su quehacer, un manejo didáctico del área, el uso de metodologías vanguardistas. Se mezcla también la habilidad comunicativa, la rapidez mental a la hora de solucionar conflictos, creatividad para dirigir una clase, liderazgo, y desde luego la apropiación de teorías.
Si bien es cierto, existen diversos tipos de padagogía, entre ellas la general que abarca la universalidad de todo lo referente a la investigación y la acción, también la específica que ubica su mirada en las realidades históricas. Se habla de pedagogía tradicional y contemporánea pero los conceptos están en los libros, lo que sería interesante es que el maestro comprenda el valor que tiene la relación de todas las teorías para lograr un manejo verdaderamente pedagógico.
Paulo Freire, pensador y teórico de la enseñanza habla de pedagogía crítica y ésta llevada al contexto de la comuna 50 y 60 sería una herramienta exitosa para tratar de cambiar en gran medida el pensamiento y realidad de los alumnos, es que necesitamos que los niños, niñas y adolescentes aprendan a pensar, a racionalizar su entorno, no tiene sentido que el alumno se reprima porque simplemente la maestra está cansada, o no pueda pararse de su silla porque tendrá un llamado de atención. Hablando precisamente de convivencia, tolerancia he inclusión se demuestra un verdadero manejo pedagógico de las situaciones; desde luego para hablar de estos temas se tiene mucho material, pero la tarea hoy es llevar la palabra "pedagogía" a la cotidianidad, palabra que abraza todo lo anterior tratando de construir de verdad una enseñanza coherente y un aprendizaje que perdure por siempre.
Finalmente, que la enseñanza no se vuelva bancaria, donde el aprendizaje se mida por el número de tareas puestas a los alumnos, quizás esta idea es la menos pedagógica de todas las acciones, porque en el salón de clase se debe captar la atención, permitir soñar, dejar construir, ser proactivo y sobre todo pedagógo un verdadero profesional de la pedagogía.
Mg Maria Isabel Tamayo L

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ResponderBorrarEsa es nuestra tarea, poder contagiar, enamorar, acompañar y construir nuevas posibilidades de sentir la educación como un proyecto de vida.
ResponderBorrarMuy interesante el articulo y se hace más productivo cuando lo ponemos en práctica en nuestras aulas de clase.
ResponderBorrarMuy interesante el articulo y se hace más productivo cuando lo ponemos en práctica en nuestras aulas de clase.
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